Osteopatía y coaching es un gran sinónimo de la famosa expresión, “equilibrio entre cuerpo y mente.”
Después de muchos años formándome en la práctica de la osteopatía, confirmé que los dolores de la mayoría de mis pacientes estaban vinculados a su estado emocional. Necesitaba ayudarles de una forma más completa. Quería evitar que su malestar o su dolor no se convirtiera en algo recurrente o periódico.
No dudé por un momento en buscar la mejor solución. Así que después de investigar cuál era, decidí sumar a mi formación y experiencia como osteópata el coaching aplicado a la osteopatía ya que muchas veces para tener un buen resultado, es necesario que el paciente esté dispuesto a hacer determinados cambios en su vida, y el coaching es la mejor solución para acompañarlo a realizar estos cambios. ¡Y puedo confirmar que… ¡Funciona!
Mente y cuerpo están conectados de tal forma que lo que ocurre en uno, afecta a al otro, y viceversa. Cuando el cuerpo se enferma, la mente adapta sus mecanismos para acomodarse a la nueva realidad. Del mismo modo, cuando ocurren ciertos trastornos psicológicos o conflictos emocionales que no son tratados porque la persona los subestima, el cuerpo comienza a manifestar sus propios trastornos, ya sean orgánicos o dolorosos.
El 90% de nuestros dolores, ya sean puntuales o crónicos dependen de nuestras emociones y de cómo las gestionamos.
Muchos de mis pacientes aún desconocen que muchos de sus dolores o molestias son diferentes formas que tiene el cuerpo de somatizar su estado emocional o anímico. Esto no implica que cuando vienen a mi consulta, se presenten con la idea de que en una sola sesión de osteopatía se van a liberar de su dolor, sino más bien todo lo contrario, en el 95 % de los casos es necesario un tratamiento de varias sesiones.
Solo el 5% de les personas acaban sus tratamientos.
Este último dato es algo triste para mí, ya que no puedo acabar con éxito parte de mis tratamientos a través de la osteopatía y el coaching.
Es importante entender que el estado de la mente es muy poderoso con las manifestaciones del cuerpo. Debemos aprender a escucharnos, preguntarnos que estamos haciendo mal, que debería cambiar en mi y para qué me está pasando esto, a qué le estoy diciendo si y a qué le estoy diciendo no en mi vida, donde estoy prestando atención y donde no, y de esta forma intentar tomar un poco de consciencia de la situación.
Mi misión con mis primeras consultas es guiar a mis pacientes y hacerles entender esa conexión entre cuerpo y mente y su importancia para la recuperación. Por eso, necesito la colaboración y el compromiso de las personas a las que quiero ayudar para que dejen de sufrir.
El tratamiento es simple. Comienzo con una serie de preguntas para averiguar cuáles son las dolencias del paciente que lo han llevado a mi consulta, cuanto tiempo hace que padece el síntoma y si lo relaciona con algún estrés o algún conflicto emocional que no esté gestionando bien. El coaching en estos casos funciona estupendamente.
Es entonces cuando mis pacientes entienden que tanto la osteopatía como el coaching no se tratan en una sola visita y listo. Como he comentado, es un tratamiento. Y un tratamiento requiere de varias sesiones. Además, muchas veces, una vez que se realiza un tratamiento osteopático, es posible que esta liberación o desbloqueo de contracturas, órganos y vísceras, despierte recuerdos o sentimientos enterrados y, por lo tanto, emerja como parte del inconsciente. Esto con el coaching podemos tratarlo.
También pueden producirse crisis curativas debido a los ajustes que se realizan en el cuerpo con las manipulaciones osteopáticas como: que aparezcan dolores nuevos, décimas de fiebre, dolores de cabeza, problemas de sueño, sensación de empeoramiento, estados emocionales bajos, entre otros. Para luego aparecer una sensación de bienestar y plenitud.
¿Cuántas sesiones de osteopatía y coaching necesitamos para llevar a cabo un tratamiento con éxito?
Depende de varios factores: la edad del paciente, el tiempo que ha pasado desde que le apareció el problema de salud, el estilo de vida de cada uno, el compromiso de la persona en realizar cambios en su vida, etc
El tratamiento de osteopatía no examina el cuerpo como un “objeto a reparar” sin afecto, sino como un todo. Cuerpo, mente y emociones.
De esta forma, los tratamientos tienen una acción en el cuerpo pero también en la mente.
La osteopatía puede ser de gran ayuda cuando el paciente tiene dificultades para iniciar una terapia verbal (no obstante, importante en el proceso de curación), porque puede ser complicado cuando el paciente tiene dificultades para expresar sus afectos y emociones.Esta sería una situación ideal para investigar que pasa a través del coaching.
Nadie se escapa de tener que afrontar situaciones difíciles a lo largo de la vida. El problema radica en la forma en la que abordamos aquello que nos trae tanto pesar. Si no lo hacemos de forma sana, es muy probable que la situación desemboque en un trastorno psicosomático.
Desarrollar habilidades de inteligencia emocional o, si no alcanzan, acudir a terapia o realizar un acompañamiento de coaching, nos ayudará a liberarnos de los trastornos psicosomáticos que se nos han alojado, así como también podremos prevenir la aparición de ellos en el futuro.
Lo importante es detectarlo y ser consciente de ello. Y, ¿después? Saber pedir ayuda.
Si arreglamos tu problema de raíz, un tratamiento de osteopatía de varias sesiones, o un acompañamiento en coaching en el caso de que sea necesario realizar algún cambio en la vida del paciente, te puede ahorrar mucho más tiempo y dinero del que crees.
Si no te involucras conmigo, tus dolores volverán y se convertirán en crónicos o enfermedades más graves. Ahorra tiempo y dinero.
